El lago de Garda, el más grande e impresionante de Italia, es un destino cautivador, famoso por sus aguas cristalinas y sus idílicos pueblos junto al lago. Los amantes de la aventura pueden practicar windsurf, vela y paddleboard. Los aficionados al ciclismo encontrarán una variedad de rutas panorámicas para todos los niveles. Para los amantes de la historia, el Castillo Scaligero en Sirmione y las antiguas ruinas romanas de las Grutas de Catulo ofrecen una fascinante visión del rico pasado de la región.
Un traslado privado de Milán al Lago de Garda dura aproximadamente 2 horas y 10 minutos. Ya sea que viaje solo, en familia o en grupo, nuestros conductores profesionales le garantizan una experiencia cómoda y sin complicaciones. ¡Hagamos que su viaje al Lago de Garda sea tan placentero como el propio destino!